- América Latina está pasando por una transformación: la rama izquierdista ha logrado alcanzar el poder en muchos de los países de la región.
El resultado de la mayoría de las elecciones en América Latina coinciden con una respuesta del pueblo: probar una nueva ideología, la izquierda. Países como Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, y Venezuela, han demostrado cómo esta tendencia ha recobrado fuerza, la derecha se ha quedado atrás.
Al hablar de izquierda, se tiene que señalar que existe desde la moderada, como la liderada por Michelle Bachelet en Chile, hasta la extrema – socialista, modelo por el cual parece tomar el presidente venezolano, Hugo Chávez.
¿Por qué es que se está dando este giro de la derecha a la izquierda? Para aclarar un poco el panorama, la relacionista internacional, Ginnet Aragón, encargada del Instituto de Secretaría Exterior, habló del tema en su oficina ubicada en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“La respuesta está en dos interpretaciones: una es la interna, parte de la toma de decisiones del ciudadano que no cree en la política, en el político. Se pide algo más de los gobiernos, es tener la capacidad de llegar y cumplir un plan de trabajo y hacerlo con transparencia, sin corrupción, y a veces donde se deposita la confianza en un gobierno democrático y tal vez no se logran los resultados del caso”, apunta Aragón.
Agrega que, “como segunda interpretación, es desde el punto de vista del sistema internacional: América Latina no escapa a un entorno internacional que la influye y condiciona muchas veces de la toma de decisiones”.
Ante esto, varios analistas han señalado al tema como un efecto al “déficit democrático” en dos aspectos: el descontento a la clase política y el rezago de los derechos sociales, humanos y culturales.
“No, hablemos de democracia como sistema político, de pronto puede estar en crisis pero eso se viene a dar por los partidos políticos. El sistema democrático como régimen político, está bien, el punto son los actores dentro de ese régimen, los partidos políticos son los que no han hecho bien su tarea”, asegura Aragón.
Costa Rica, como México, han sido de los pocos países que no han caído en la tendencia izquierdista. Aparte del papel efectuado por el Partido Comunista de los años 30, ¿por qué en este país la izquierda no ha logrado alcanzar el poder?
“Es distinto, la historia, la tradición civilista, ese apego al respeto a los derechos humanos (…)Lo que varía es la agenda de política exterior, Costa Rica es un caso particular en Centroamérica y el Sub Continente de América Latina. Venezuela tiene una división de poderes como acá pero hay otra división de poder: están las fuerzas militares. Eso es lo que hace diferente a Costa Rica, está consagrado su sistema de gobierno a una Constitución Política, hemos tenido un desarrollo muy oportuno y no tan accidentado como estos otros países”, responde.
¿Y usted cree que va a perdurar la tradición o puede haber, en un futuro, un cambio?
“No, hacia la izquierda no, porque inclusive con las elecciones pasadas casi gana por la alternabilidad política no iban a ser los verdes o los rojos, iba a ser un nuevo partido, un fenómeno. No sé cuál es la ideología del PAC, al final de cuentas es un poco de lo mismo: un poco de socialcristiano y de socialdemocracia. Pero no es izquierda”.
Continuamos el tema con respecto a cuáles beneficios y perjuicios le traerá este cambio al resto de la región.
“Yo diría que lo puede afectar bajo un enfoque optimista: citaría el caso de Chile, es un socialismo moderado, estamos apostando por un plan de gobierno”.
Añade, luego que, “no importa si es izquierda o la derecha, lo que interesa es el contenido político y económico, debe trascender a los problemas nacionales. El punto es la calidad de gobierno de sus dirigentes, llegar y hacer lo mejor por su país”.
Entonces, ¿cuál sería para usted un país “negativo”?
“Venezuela, porque es muy evidente todo lo que un sólo líder populista ha hecho. Chávez ha tratado de rescatar elementos del proyecto de Bolívar pero los ha adaptado a su propio estilo, ahí es donde preocupa cómo en tan corto plazo el presidente de un país, pueda tener ese margen de acción para hacer y deshacer”.
Aragón cree que el único dolor de cabeza para Estados Unidos es Venezuela, pero no la izquierda en sí, a pesar de que la Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa de ese país, lo llamó como algo “preocupante”.
“Sí ha incomodado, pero básicamente por lo que está ocurriendo en Venezuela, es el único que en los últimos años habla de yanquis imperialistas. No debe preocupar a los Estados Unidos porque de alguna manera, América Latina está tomando sus propias decisiones”.
Pero, ¿considera usted que eso no le gustaría a Estados Unidos porque más bien desean tener control sobre la región?
“Sí preocupa pero casos como el de Chile no, porque estamos hablando de un socialismo moderado (…) a Estados Unidos le sirve que exista estabilidad política en América Latina”.
“América Latina está tomando decisiones en algunos casos equivocadamente y en otras no, pero es que tampoco desde afuera ni de la perspectiva de Estados Unidos ni de otro actor así de importante tiene que llegar a decirle a toda una región lo que tienen que hacer”, agrega.
¿En qué benefician a la democracia Chávez y Evo Morales?
“En que el caso de Venezuela, si no se saca bien la tarea, que es una lista de temas en materia política- social, va a tener un efecto de aquí a unos años, si este señor (Chávez) es posible que no esté más en el poder, entonces va a ser una lección para los venezolanos. De pronto pueden elegir a alguien también de esa tendencia, pero con consecuencia de lo que puede pasar.
Un caso como Bolivia, es particular, se trata de un candidato que representa a las mayorías, la población indígena. Si él (Evo Morales) se alejara un poco de “malas influencias”, de pronto puede ganarse el respeto y el apoyo, la ayuda externa de estos otros países (desarrollados)”.
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