miércoles, 21 de noviembre de 2007

Más allá de unos corazones en conflicto

De un momento a otro, el país vio a su corazón divido en dos partes, en un conflicto más emocional que racional…en un debate entre el “bien” y el “mal”, entre blanco y negro, entre el sí y el no. El Tratado de Libre Comercio (TLC) despertó el nacionalismo que rara vez salía a relucir (si acaso solamente cuando jugaba la “Sele”).

Si bien el TLC es un tema del cual es probable que ya todos consideremos que está agotado o “quemado” como popularmente decimos, existen ciertos puntos que me gustaría rescatar como post-referéndum y post-propaganda en cuanto sus efectos sobre la población nacional.


Por primera vez notamos cómo la propaganda no se difundió en los mismos medios de siempre, y cómo los del NO aprovecharon el Internet como una forma de
acercarse más a la población joven.

Ahora que todo “volvió a la normalidad”, parece ser que las pasiones tricolores se difuminaron. El nacionalismo se escondió otra vez. Pero el Internet ganó plusvalía, el bombardeo de personas que crearon su propia propaganda en medios como YouTube, es un claro ejemplo de la importancia y el poder que el Internet está adquiriendo, gracias a las diversas opciones que nos otorga.

No obstante, en una entrevista que tuve hace unos meses con Giovanni Bulgarelli, publicista creador de la campaña de los corazones del Sí, éste decía que los resultados sobre cuán efectiva fue su publicidad de los corazones - aclamada por unos y criticada por otros –se sabría con la decisión final de los costarricenses en las votaciones del 7 de octubre.


Me imagino que hoy debe de considerar que sí fue exitosa, ya que como sabemos, el SÍ ganó. Sin embargo, uno de sus comentarios me llamó la atención: “De qué nos asustamos los ticos si sale un gringo en la publicidad…¿Acaso ya nadie va a los “malls”? ¿Acaso no nos gusta imitar a los gringos?”


Ahí les dejo la pregunta para que la analice cada uno...Y de paso también está el video que causó "tanta sensación"...




miércoles, 14 de noviembre de 2007

viernes, 9 de noviembre de 2007

Un giro de derecha a izquierda



  • América Latina está pasando por una transformación: la rama izquierdista ha logrado alcanzar el poder en muchos de los países de la región.

El resultado de la mayoría de las elecciones en América Latina coinciden con una respuesta del pueblo: probar una nueva ideología, la izquierda. Países como Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, y Venezuela, han demostrado cómo esta tendencia ha recobrado fuerza, la derecha se ha quedado atrás.

Al hablar de izquierda, se tiene que señalar que existe desde la moderada, como la liderada por Michelle Bachelet en Chile, hasta la extrema – socialista, modelo por el cual parece tomar el presidente venezolano, Hugo Chávez.

¿Por qué es que se está dando este giro de la derecha a la izquierda? Para aclarar un poco el panorama, la relacionista internacional, Ginnet Aragón, encargada del Instituto de Secretaría Exterior, habló del tema en su oficina ubicada en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

“La respuesta está en dos interpretaciones: una es la interna, parte de la toma de decisiones del ciudadano que no cree en la política, en el político. Se pide algo más de los gobiernos, es tener la capacidad de llegar y cumplir un plan de trabajo y hacerlo con transparencia, sin corrupción, y a veces donde se deposita la confianza en un gobierno democrático y tal vez no se logran los resultados del caso”, apunta Aragón.

Agrega que, “como segunda interpretación, es desde el punto de vista del sistema internacional: América Latina no escapa a un entorno internacional que la influye y condiciona muchas veces de la toma de decisiones”.

Ante esto, varios analistas han señalado al tema como un efecto al “déficit democrático” en dos aspectos: el descontento a la clase política y el rezago de los derechos sociales, humanos y culturales.

“No, hablemos de democracia como sistema político, de pronto puede estar en crisis pero eso se viene a dar por los partidos políticos. El sistema democrático como régimen político, está bien, el punto son los actores dentro de ese régimen, los partidos políticos son los que no han hecho bien su tarea”, asegura Aragón.

Costa Rica, como México, han sido de los pocos países que no han caído en la tendencia izquierdista. Aparte del papel efectuado por el Partido Comunista de los años 30, ¿por qué en este país la izquierda no ha logrado alcanzar el poder?

“Es distinto, la historia, la tradición civilista, ese apego al respeto a los derechos humanos (…)Lo que varía es la agenda de política exterior, Costa Rica es un caso particular en Centroamérica y el Sub Continente de América Latina. Venezuela tiene una división de poderes como acá pero hay otra división de poder: están las fuerzas militares. Eso es lo que hace diferente a Costa Rica, está consagrado su sistema de gobierno a una Constitución Política, hemos tenido un desarrollo muy oportuno y no tan accidentado como estos otros países”, responde.

¿Y usted cree que va a perdurar la tradición o puede haber, en un futuro, un cambio?

“No, hacia la izquierda no, porque inclusive con las elecciones pasadas casi gana por la alternabilidad política no iban a ser los verdes o los rojos, iba a ser un nuevo partido, un fenómeno. No sé cuál es la ideología del PAC, al final de cuentas es un poco de lo mismo: un poco de socialcristiano y de socialdemocracia. Pero no es izquierda”.

Continuamos el tema con respecto a cuáles beneficios y perjuicios le traerá este cambio al resto de la región.

“Yo diría que lo puede afectar bajo un enfoque optimista: citaría el caso de Chile, es un socialismo moderado, estamos apostando por un plan de gobierno”.

Añade, luego que, “no importa si es izquierda o la derecha, lo que interesa es el contenido político y económico, debe trascender a los problemas nacionales. El punto es la calidad de gobierno de sus dirigentes, llegar y hacer lo mejor por su país”.

Entonces, ¿cuál sería para usted un país “negativo”?

Venezuela, porque es muy evidente todo lo que un sólo líder populista ha hecho. Chávez ha tratado de rescatar elementos del proyecto de Bolívar pero los ha adaptado a su propio estilo, ahí es donde preocupa cómo en tan corto plazo el presidente de un país, pueda tener ese margen de acción para hacer y deshacer”.

Aragón cree que el único dolor de cabeza para Estados Unidos es Venezuela, pero no la izquierda en sí, a pesar de que la Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa de ese país, lo llamó como algo “preocupante”.

“Sí ha incomodado, pero básicamente por lo que está ocurriendo en Venezuela, es el único que en los últimos años habla de yanquis imperialistas. No debe preocupar a los Estados Unidos porque de alguna manera, América Latina está tomando sus propias decisiones”.

Pero, ¿considera usted que eso no le gustaría a Estados Unidos porque más bien desean tener control sobre la región?

“Sí preocupa pero casos como el de Chile no, porque estamos hablando de un socialismo moderado (…) a Estados Unidos le sirve que exista estabilidad política en América Latina”.

“América Latina está tomando decisiones en algunos casos equivocadamente y en otras no, pero es que tampoco desde afuera ni de la perspectiva de Estados Unidos ni de otro actor así de importante tiene que llegar a decirle a toda una región lo que tienen que hacer”, agrega.

¿En qué benefician a la democracia Chávez y Evo Morales?

“En que el caso de Venezuela, si no se saca bien la tarea, que es una lista de temas en materia política- social, va a tener un efecto de aquí a unos años, si este señor (Chávez) es posible que no esté más en el poder, entonces va a ser una lección para los venezolanos. De pronto pueden elegir a alguien también de esa tendencia, pero con consecuencia de lo que puede pasar.

Un caso como Bolivia, es particular, se trata de un candidato que representa a las mayorías, la población indígena. Si él (Evo Morales) se alejara un poco de “malas influencias”, de pronto puede ganarse el respeto y el apoyo, la ayuda externa de estos otros países (desarrollados)”.

boomp3.com

viernes, 2 de noviembre de 2007

¿Existe la democracia?





¿Qué es democracia? ¿Hasta qué punto se puede decir que practicamos realmente su concepto?

Para Noam Chomsky, en “Fabricando el consenso”, la democracia se puede ver desde la perspectiva teórica, que se queda prácticamente en eso: palabras, porque al tratarse de la práctica, los líderes, aquéllos que poseen el poder, emplean el concepto democrático solamente para hacer y deshacer todo a causa de sus intereses individuales y no los del pueblo – discurso frecuentemente utilizado.

Leyendo esto, me hizo recordar otra lectura que hice hace unos meses en una clase de Sociología, en donde el tema a tratar era: ¿la pobreza existe a propósito o no? La relación de esto se da ante los que tienen el poder y cómo les beneficia el hecho de que los pobres estén presentes para que los primeros llenen sus necesidades.

Chomsy apunta una problemática de la que, en especial, todos los comunicadores debemos abrir los ojos para reflejarlo a esas masas a las que va dirigida la información y de la que como él mismo comenta, “el papel de los medios de comunicación en la política contemporánea nos obliga a preguntar por el tipo de mundo en los que queremos vivir”.

El papel de la propaganda es otro tema a tratar, ya que es gracias a ésta que el consenso se logra dar, en la mayor parte, y según su efectividad ante los distintos públicos: la élite reducida (quien posee el poder y paga por la propaganda) y el rebaño desconcertado (las masas “cegadas” ante lo que ocurre gracias a dicha propaganda).

El concepto de democracia va más allá del que comúnmente conocemos. Hoy día ha surgido el término de democracia 2.0 como parte de la revolución digital, la cual podría llegar a reducir los efectos provocados por la élite reducida.

Las reacciones las hemos visto por parte de los mismos ciudadanos, quienes han planteado desde sus opiniones vía escrita hasta creado videos en los que contraponen la propaganda generada por los “líderes”.

Es ahí cuando dichosamente se nota que no todos caminamos “dormidos” ante la realidad. Sin embargo, la tarea está aún pendiente por generar un mayor y eficaz consenso en contra de los que sólo desean continuar “tapándonos los ojos”.

Los periodistas somos un sector que debe tomar esa tarea como algo personal, y debemos aprovechar el desarrollo digital a nuestro favor a como muchos lo han hecho con el Periodismo 3.0.

Podemos demostrar que la democracia como tal, difícilmente puede existir ante la diversidad de intereses que cada uno puede tener dentro de una población. Pero que, sí podemos llegar a leer entre líneas, sí podemos evitar la manipulación informativa si todos formamos el consenso aspirado por el mismo Chomsky. Eso sí, los resultados los iremos viendo conforme pase el tiempo.

Concluyo con esta frase de José Ortega y Gasset en la “Rebelión de las Masas”: “Cuando la masa actúa por sí misma, lo hace sólo de una manera, porque no tiene otra: lincha”.

Una fusión entre lo humano y lo mecánico



Sin límites. Así se podría describir el futuro que nos espera, en cuanto a la mente humana y cómo esta misma podría erradicar cualquier frontera de las diferencias entre los seres humanos y las máquinas, es alcanzar su integración.

En “Androides y Posthumanos”, Santiago Koval expone este tema poco tratado en la actualidad pero del que, ciertamente, existen personas que sí están trabajando por efectuar proyectos que más allá de lo pensado.

La mimesis del ser humano, ya sea corporal o física, en una máquina, no es algo que está muy lejano a ocurrir, como pareciera serlo cuando vemos películas como “Inteligencia Artificial”, que tratan sobre esta posible situación.

Gracias a la Ley de Moore, que lleva el apellido de su creador y fundador de Intel, Gordon Moore, diversos científicos han visto en ella la ventana para continuar con la evolución del ser humano hacia una perspectiva cien por ciento tecnológica; tanto así, que como indica Koval, “nuestra propia tecnología computacional nos sobrepasará intelectual y espiritualmente”.

Ejemplo de este caso es que se cree que para el 2030 una computadora personal podrá simular el poder cerebral de un pueblo pequeño. ¡Quién iba a pensar semejante situación!

Ahora, el conflicto surge respecto a la ética y verdadero valor del ser humano que es hacia donde quiero dirigirme. Si bien, cada vez más nuestras vidas se facilitan por medio de los avances tecnológicos, ¿cómo es posible que podamos eternizar nuestra existencia de llegar a nacer el ser posthumano?

¿De qué nos sirve pasar nuestra mente a otro ser creado por nosotros mismos, si nuestra inteligencia emocional no evoluciona al mismo nivel que la racional?

La pregunta la planteo ante esto mencionado por Koval: “lo posthumano es, en esencia, odio al cuerpo y al infierno de la carne, desprecio por el envase obsoleto por un residuo físico prescindible que limita la evolución humana”.

Ante esto, mis dudas salen a flote respecto a si es así de inmensa la capacidad cerebral para crear una metamorfosis total, ¿es posible que los otros tipos de inteligencia que poseemos se desarrollen también? ¿Qué pasa con nuestro entorno, el planeta que nos sostiene?

Puesto que, ¿de qué nos sirve perpetuarnos físicamente cuando muchos de los sentimientos negativos como la envidia y el odio toman más fuerza con el pasar del tiempo, y los resultados los vemos en el diario acontecer?

Me parece interesante el avance al que llegaría el ser humano…Pero espero también que los científicos no olviden crear una evolución en las emociones